viernes, 11 de mayo de 2012

La intimidad de Valencia


Llegamos a Valencia de madrugada, después de conducir desde Zaragoza. Hubo que levantarse pronto, ya que Susana y Amparo estaban esperándome en el Hotel Astoria con la agenda preparada para unas cuantas entrevistas. En medio de una de ellas, apareció otra vez Fernando Savater (y era la tercera vez que coincidíamos en menos de una semana) para comparecer en su rueda de prensa en el mismo hotel. ¡Como si no hubiera más hoteles en Valencia!
Después de dar cuenta de una suculenta paella (sí, ya sé que suena típico), alguna entrevista más y de camino a la Librería Leo. He de decir que esta librería es una preciosidad, una de las más acogedoras que he visitado. Además se encuentra enfrente de un edificio de gran belleza que yo no conocía: el palacio del marqués de Dos Aguas. Aunque lleva poco tiempo abierta, estoy seguro de que el modo en que Blanca Martínez Vallejo y sus socios han enfocado su proyecto y el cariño con el que están trabajando, va a llevarles a conseguir que Librería Leo sea, muy pronto, un espacio cultural de referencia en Valencia.
En cuanto a la presentación, me acompañaron Anika Lillo y Marta Querol, a quienes tengo que agradecer su hospitalidad y la manera en que contaron la novela sin desvelar nada que pudiera poner en peligro su intriga. Aunque, en realidad, tampoco tenía mucha importancia ya que las personas asistentes eran cuatro. Y no digo cuatro como frase hecha, no. Eran una, dos, tres y cuatro.  Quizás tuviera que ver que el Atlético de Madrid y el Valencia jugaban la semifinal de la Europa League. Así que fue una presentación muy íntima. Lo sentí principalmente por las libreras, ya que uno ya está empezando a acostumbrarse a torear en toda clase de plazas y a ver corridas ajenas, por lo que sabe que estas cosas pueden pasar.
De cualquier modo, me agradó conocer personalmente a Anika, volver a ver a Marta y descubrir la Librería Leo. Les recomiendo que, si pasan por Valencia, no dejen de visitarla.

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