Tengo que agradecer a la Sociedad Bilbaína que me prestara sus instalaciones para realizar la puesta de largo de La ciudad de los ojos grises en Bilbao. Lo cierto es que no podía haber sido en otro lugar. Y no solo por la belleza del marco sino porque hay escenas de la novela que se desarrollan en algunas de las estancias del edificio.
Ejerció de anfitrión Germán Barbier -presidente de la Sociedad Bilbaína-. Me acompañaron, además: el periodista César Coca, Iñaki Azkuna -alcalde de Bilbao- y Asier Muniategi. En la sala, numerosos socios y unos cuantos amigos.
He de destacar las palabras de César Coca de quien he tenido la ocasión de constatar, en los últimos días, el cariño que le profesan muchos de los periodistas que han sido sus alumnos. Iñaki Azkuna, genio y figura, realizó una exposición sui generis de la novela.
Desde aquí, reiterar mi gratitud a las cuatro personas que me flanquean en esta foto y a todos los que acudieron a la Sociedad Bilbaína, incluido Mikel Torres, el alcalde de Portugalete, a quien también tengo que agradecer su incondicional apoyo.
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