El primer ejemplar

Ya tengo en mis manos el primer ejemplar de la novela. Y otra vez vuelvo a sentir esa sensación extraña de que la historia que narra sus páginas ha dejado de ser mía para para a ser de todos sus lectores.

Por eso, he querido hacer esta foto. Ahí están los dos: el libro y el ordenador cuyas teclas he acariciado noche tras noche. Me gustaría decir que escribo a mano, con pluma mejor que con bolígrafo, pero mi caligrafía siempre ha sido pésima y a veces no entiendo ni lo escribo. Confieso que cuando escribo alguna dedicatoria, tengo que sacar la lengua para esforzarme en que la leyenda sea mínimamente legible.
El caso es que ahí está La ciudad de los ojos grises, junto al ordenador que la creó. Cuando me la encuentre en alguna librería, volverá a mirarla con orgullo, aunque también con lejanía. Como si me costara hacerme a la idea de que la he escrito yo. Menos mal que para cerciorarme conservo más de un centenar de archivos empleados en mi pórtatil: toda la documentación clasificada en secciones, las referencias a los libros consultados, la novela dividida en capítulos...

A partir de mañana se comenzará a distribuir por las librerías. Así que ahí la tienen: mi novela... su novela. Si tienen ocasión de leerla, espero que la disfruten.