Hoy he elegido esta foto -que forma parte del paisaje parisino que Alfredo Gastiasoro contemplaba desde su buhardilla-, para acompañar la reseña que Marina Fernández Bielsa ha escrito para uno de los clásicos, La tormenta en un vaso, que se suma a la que ya había publicado Juan Laborda Barceló.
Cuando los elogios vienen de otros escritores, se agradecen especialmente. Gracias, Juan. Gracias, Marina.
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