La presentación de Villalpando

Emotiva. No cabe otra palabra. Tenía ante mí un instante duro. La silla vacía, junto a mi padre no me ayudó a deshacer el nudo que retenía mis palabras. Sin embargo, Luciano y Fernando fueron muy cariñosos conmigo y estuve arropado por mi familia y mis amigos. Alfredo e Izarbe incluso vinieron desde Bilbao.

Por eso, pude al final decir que La ciudad de los ojos grises es algo más que una trama sentimental o criminal. Quizás eso solo sea la excusa para coquetear con la nostalgia o con el desarraigo, para hablar de todos esos sentimientos que no compartimos y que forman parte de nuestro jardín secreto. De todas esas emociones que forman parte de nuestro ser.

Y sé que no fui yo el receptor de los aplausos más sentidos de la tarde. Eran para ella... eran para ti, mamá.

Asi que no puedo decir otra cosa que: gracias, Villalpando.